Pedalear bajo la lluvia en ciudades como Londres, Ámsterdam o Portland son algo común y tranquilo, sin embargo, en México el clima ha cambiado y ahora la temporada de lluvias se ha adelantado de manera impredecible. No estamos acostumbrados ni tenemos las condiciones de asfalto para pedalear de esa forma, el pavimento mojado puede complicar un viaje, con un poco más de conocimiento te será posible sortear la lluvia rodando tranquilo y seguro.
Por dónde no pasar
Pavimento
Ya sea sobre asfalto de grava y chapopote o concreto hidráulico, el agua es un lubricante natural, por lo que siempre reducirá el grip o agarre de tus llantas al pavimento. La solución a esto es ser prudente y estar consciente de lo que hay en el camino.
Charcos
El agua anegada en las calles es un misterio, puede ser sólo un espejo de agua que te provoque acuaplaneo o una trampa que oculta un mega bache en el que puedes romper mínimo la llanta o el rin. Mejor dales la vuelta.
Arcoiris
Al principio de la temporada de lluvias es fácil encontrar charcos con arcoíris, que no son otra cosa que residuos dejados por los autos de combustible o aceites disueltos en agua, estos hacen muy resbaladizo el pavimento. ¡Evítalos!
Superficies resbalosas
Las líneas blancas en el camino con agua se vuelven muy resbaladizas y es fácil perder el control.
Aunque ya hay pinturas especiales que evitan que esto suceda, no estamos seguros de que todas las líneas blancas sean de este material.
Ten absoluto cuidado cuando enfrentes superficies de metal, como vías del tren, coladeras o láminas que usan cuando reparan el pavimento, pues es casi imposible salir bien librado, el agarre en estas superficies es casi nulo.
Procura no andar mucho por la parte central de los carriles, ya que ahí es generalmente donde los autos dejan los residuos de combustible o de aceite.
Esta temporada de lluvias que no te agarren desprevenido, nos vemos por ahí rodando