Mamá en bici y ambientalista, Areli Carreón es un personaje esencial del ciclismo urbano en México. Desde 1995, luego de una revelación mientras pedaleaba, ha dedicado su vida a la transformación de las ciudades como activista de la bicicleta, miembro fundador de los Bicitekas y es Alcaldesa de la bicicleta CDMX
Por: Rogelio Garza
Una mujer en bicicleta es la imagen de la emancipación y la equidad. Socialmente ha sido una conquista, reivindicar los derechos femeninos a punta de pedalazos, dejar atrás el estereotipo del “sexo débil” y la idea de que el ciclismo es peligroso, en busca de una sociedad más igualitaria y equilibrada.
En el nivel humano, Areli ha expresado que la bici también es un instrumento de liberación personal, porque al igual que tantos ciclistas –incluyendo a quien esto escribe-, superó sus miedos y ese demonio de la mente llamado depresión pedaleando una bici. En los niveles urbano y ambiental, es un medio para liberar a las ciudades del tráfico, las emisiones y el ruido.
Nacida en la Ciudad de México (1970), Areli aprendió a pedalear a los seis años en el bosque de Chapultepec, sus primeras bicicletas eran las que rentaban para pasear entre el lago y los juegos. Pero más tarde, pedaleando una bicicleta azul de su hermana, sufrió una caída con una escandalosa herida en una rodilla.
La cicatriz del accidente fue la idea de que pedalear era peligroso, tuvo miedo y eso la distanció de la bici muchos años… hasta que dos décadas después se vio en la necesidad de montar una. Vivió un año en Montreal, Canadá, donde la bicicleta era el único transporte accesible y barato para moverse. En otras ocasiones ha relatado que empezó a rodar con verdadero terror, “pero lo que empezó con miedo terminó siendo un gran sentimiento de gozo, autonomía y libertad.”
En ese viaje sucedió el momento de iluminación en dos ruedas que le reveló su futuro. Una tarde de verano en 1995, mientras pedaleaba por el parque Lafontaine en Montreal, “encontré el equilibrio y la dicha de andar en dos ruedas, como mariposa. Fue mi epifanía, cuando descubrí que quería andar en bici todo el tiempo.”
Lo primero que hizo al volver del viaje fue comprarse una bicicleta, participar en el Movimiento Bicicletero de Cuernavaca y hacer la propuesta de una ciclopista al gobierno municipal. Así comenzó su trayecto que más tarde la llevó a participar en la fundación de los Bicitekas, la asociación civil más influyente y activa del ciclismo urbano en México que presidió varios años.
En 2008 fue promotora del primer Congreso Nacional de Ciclismo Urbano en la Ciudad de México, donde surgió la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BICIRED) que agrupa y coordina a una cuarentena de organizaciones.
Durante esos veinte años, Areli ha usado diversas bicicletas que pedalea dependiendo de sus actividades: una Alubike de montaña que le armó su amigo Mike en Cuernavaca para terrenos agrestes. Una GT híbrida, color turquesa, con llantas antiponchaduras, portabultos y canasta para ir de compras o rodar bajo la lluvia. Una Java de ruta que le armó Scott, su marido, cuando nació su primer hijo, la usa cuando tiene que ir con rapidez. Y una Brompton roja, que puede subir cómodamente al transporte público. Pero su favorita, la que usa todos los días como transporte familiar, es un triciclo rojo de carga que ha modificado de acuerdo a sus necesidades. Y es que a decir de Areli, el futuro del ciclismo urbano es de carga y pasajeros.
El triciclo que usa todos los días es color rojo, ella le adaptó una silla para bebés que posteriormente cambió por un asiento para sus dos hijos, quienes van asegurados con cintas elásticas, y un portabultos para transportar sus mochilas, juguetes y hasta la bolsa del pan. Con esa bici de carga, Areli cubre sus necesidades de transporte, como llevar a los niños a la escuela, pasar al mercado y llevar los materiales que suelen producir los Bicitekas, como la traducción de Bicieconomía. Cómo movernos en bicicleta mejorará la economía, de Elly Blue, ensayo del cual es editora. O Energía y Equidad, un elogio a la bicicleta, de Iván Illich.
Con un pie en la familia y otro en el activismo, Areli Carreón pedalea para pacificar las calles y hacer de las ciudades sitios habitables para todos. Es coautora del Manual del Ciclista Urbano de la Ciudad de México, Coordinadora de Políticas Públicas y de Prensa de Bicitekas, asesora de diversas organizaciones en otras ciudades y colaboradora en las propuestas de ley, planes, programas y políticas públicas. “Lo que yo hago no sería posible sin las personas que pedalean todos los días para ir a trabajar, estudiar y vivir. Es el poder de esos millones de piernas lo que transformará las ciudades de a de veras.” El ciclismo urbano, planeado como parte de un sistema de movilidad sustentable accesible para todos, es una realidad en México gracias a personas como Areli.