Por Cycle City / Fotos: Aarón Borrás / Cycle City
Pedalear bajo la lluvia no tiene que ser un calvario, y para superarlo lo más importante es estar preparado. Los cuatro principios básicos son: mantener la temperatura, ser visible, ver por dónde vas a pasar y tener técnica en la conducción.
POR DÓNDE NO PASAR
La lluvia en ciudades como Londres, Ámsterdam o Portland son algo común, en México el clima ha cambiado y ahora las lluvias impredecibles son parte del día a día, por lo que no estamos tan acostumbrados a pedalear así. El pavimento mojado junto con las deficientes condiciones del asfalto, pueden complicar un viaje; sin embargo, con un poco más de conocimiento, es posible sortear la lluvia rodando tranquilo y seguro.
PAVIMENTO
Ya sea sobre asfalto de grava y chapopote o concreto hidráulico, el agua es un lubricante natural, por lo que siempre reducirá el grip o agarre de tus llantas al pavimento. La solución a esto es ser prudente y estar consiente de lo que hay en el camino.
CHARCOS
El agua anegada en las calles es un misterio, puede ser sólo un espejo de agua que te provoque acuaplaneo o una trampa que oculta un mega bache en el que puedes romper mínimo la llanta o el rin. Mejor dales la vuelta.
ARCOIRIS
Al principio de la temporada de lluvias es fácil encontrar charcos con arcoíris, que no son otra cosa que residuos dejados por los autos de combustible o aceites disueltos en agua, estos hacen muy resbaladizo el pavimento. ¡Evítalos!
SUPERFICIES RESBALOSAS
Las líneas blancas en el camino con agua se vuelven muy resbaladizas y es fácil perder el control. Aunque ya hay pinturas especiales que evitan que esto suceda, no estamos seguros de qué todas las líneas blancas sean de este material.
Ten absoluto cuidado cuando enfrentes superficies de metal, como vías del tren, coladeras o láminas que usan cuando reparan el pavimento, pues es casi imposible salir bien librado, el agarre en estas superficies es casi nulo.
Procura no rodar mucho por la parte central de los carriles, ya que ahí es generalmente donde los autos dejan los residuos de combustible o de aceite.