Por Ramón Arizmendi Casas
LA BICI
La Roma está construida de aluminio principalmente. Su ensamble denota buena calidad pero sobretodo resistencia. Las bisagras y los empalmes que la hacen plegable dan mucha confianza y silencio al paso, no se siente vibración alguna. Doblarla es sencillo, no requiere mucha fuerza sino más bien maña. El espacio ocupado en esta configuración es muy poco, por lo que es fácil encontrarle un lugar adecuado sin tanto problema. Su rodada 20” nos haría pensar en una bici frágil, sin embargo la llantas gruesas dan mucho aplomo al paso, aunque al curvear se nota una poco de nerviosismo dada la rapidez con la que ruedas de este diámetro dan vuelta. Cuenta también con 6 velocidades Shimano, útiles para sacar la bici de la inmovilidad, y con frenos V-Brake de respuesta rápida y sólida.
WIRED
El motor eléctrico de 250 w está hospedado en la rueda trasera y casi ni se nota. La batería se encuentra debajo del poste de asiento, que cuenta con varios reglajes fáciles de mover para dejar entrar o salir la batería. El control del motor de la bici es un pequeño display LCD retroiluminado, que despliega la información necesaria como nivel de asistencia, carga de la batería, velocidad y odómetro.
ACCESORIOS
Un excelente punto es que de serie cuenta con luces de ubicación delantera y trasera, y claxon sonoro, muy útiles en cualquier ciudad. Como buena bici citadina, cuenta con rejilla trasera para cargar alforjas o maletas pequeñas. El cargador de la batería asemeja al de una computadora, por lo que cargarla es un proceso muy sencillo y que ya conocemos.
En los siguientes días publicaremos cómo le está yendo a la Roma en la ciudad. Evaluaremos su autonomía, así como las diferentes maneras de usarla para exprimirle hasta el último watt al motor.
+ info en: www.bikeon.com.mx